Hoy, en Lunes de Lucy Loles: “El título original es más que suficiente”.
El Estúpido y Sensual Hombre-Araño, de Scuzzo.
A primera vista (no, amor no) el protagonista es un mashup de Peter Parker y Flanders, con los lentes de Harry Potter, como apelando a fans de varias franquicias.
Por si alguien quedó afuera de mundo de Marvel, Groening o J. K. Rowling – haciendo honor al famoso “vive en un tupper”- también hay chistes relacionados con (lean lo siguiente rapidito, como las “letras chicas” de las publicidades radiales): Scooby Doo, Archie, un pelado que no tengo idea quién es pero seguro es un personaje de otra cosa, Orange Is The New Black, Hitler (porque why not?), muchas bardeadas a Clarín, King Kong, Alicia (la de Carroll), Magneto (el de X-Men y el otro), el señor del noticiero (ese de anteojos, que tampoco recuerdo el nombre) y la Coca Sarli. O sea, no hay chance de que algo de todo esto no te suene. De ahí a que la referencia cause gracia, es otro tema.
La edición está buena, es un fanzine con linda calidad de impresión. Me encanta que la tapa tenga esa distribución old school del título/precio/número/etc. También que el fondo de las hojas parezca sucio-símil-viejo, como si tuvieses en tus manos un número de colección, esos que se ponen en cuadritos con vidrio.
Desde el vamos, el Hombre-Araño no intenta ser algo serio, con el “Cómics DC-Gunda” nos lo dejan claro. No es atrapante, no tiene desenlaces inesperados ni personajes con contexto súper-desarrollado, no te mantiene al hilo de nada, no te morís por saber qué pasa y probablemente no te cambie la vida, pero todo eso está bien, porque cumple con lo que ofrece desde el principio: entretenimiento.
Lo que me cayó muy bien fue el estilo disruptivo del guión, con chistes y aclaraciones del autor sobre plot twists y reescrituras. Claramente la magia está en los detalles, con micro-chistes escondidos en diarios, carteles, en el delantal de cocina de la tía de Peter Parker (que en vez de “cook” dice “kiss the cock”), y en las muchas referencias anteriormente mencionadas, ni hablar de las que me habré perdido. Se nota que hay un esfuerzo, como un «vine en pijama pero me maquillé».
Y para cerrar, y de paso resaltar el nivel de detalle que tiene, en la (SPOILER!) última viñeta de la última página, en el título del interior del diario (y al revés, tuve que girar la cabeza) dice: “no se supone que leas estas boludeces”.
Muchas gracias Scuzzo, sobre todo por dichas boludeces.
Zinerama 